EL PACKAGING FLEXIBLE Y EL MEDIO AMBIENTE

A lo largo de estos años, hemos ido observando cómo el packaging flexible le ha ganado terreno al packaging rígido. En este artículo expondremos por qué el packaging flexible es una solución mucho más factible en el mundo en el que vivimos, tal y como lo conocemos.

¿Qué ventajas tiene el packaging flexible sobre el packaging rígido? ¿Cuál es mejor si nos referimos al medio ambiente?

El packaging flexible incluye formatos como el doypack, sachet, bolsa de soldadura dorsal, entre otros. Se caracteriza por ser ligero, fácilmente transportable y fiable.

El packaging rígido incluye formatos como las cajas, botellas, latas, entre otros. Estos formatos se caracterizan por estar hechos de materiales duros y rígidos, limitando la cantidad de productos que pueden ser transportados y debiendo tener mucho cuidado para que cualquier golpe no los rompa o agriete.

Un camión de transporte se llenará antes si en cada caja caben 50 packagings rígidos (por ejemplo, botella de detergente). En cambio, el mismo camión podrá transportar más productos si en una caja caben 75 unidades de packaging flexible (por ejemplo, doypacks flexibles que contengan también detergente).

Por lo tanto, usando el mismo transporte, podremos movilizar más cantidad de productos. Este hecho hace que el packaging flexible sea más sostenible y reduzca la huella de carbono total de los envases hasta un 40% en la Unión Europea.

Además, también se ahorran costes de transporte, haciéndolo un packaging más asequible para las empresas.

Por último, y no menos importante, el packaging flexible hace que personalizar la medida del envase no sea un problema. Así pues, será más fácil ajustar las porciones de productos en envases flexibles, evitando el desperdicio de alimentos y otros productos.

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